A Don Buenaventura Luna
(Atahualpa Yupanqui)
Buenaventura Luna está en su tierra
Floreciendo en la nieve su copla de silencio
Para guardar el sueño del poeta,
La comarca de Huaco limpio sus lejanías
Pobló de resonancias su campana de cumbres
Y en la bíblica paz de los ocasos,
Se oye el salmo del aire entre los álamos,
Mientras se agita, tímido, en las sombras,
El cencerrito azul de las majadas
Viejo camino jachalero;
Desenroscado caracol
Junto a la huerta del abuelo
Te está llamando Guandacol
Tierra bermeja y trajinada
Viña madura bajo el sol
Antigua minga lugareña
Donde el poeta amaneció
En la nostalgia, la tonada
El romancero, en el amor
El contrapunto, en la payada
La historia gaucha, en el fogón
Para la noche del resero,
La luz profunda de su voz…
Muchas lunas pasaron sobre las cordilleras
Sublimando el silencio donde duerme el poeta
A lo lejos el aire se puebla de tonadas
A los lejos, dialogan las guitarras secretas
¡Y una vidala errante, liturgia y nocturna,
Quiere nombrar tu nombre, Buenaventura Luna...!